Trabajamos todos los materiales
tejibles, desde alambre de 16 mm de diámetro
hasta alambres de tan sólo 0,016 mm
(16 micras) de diámetro.
Acero:
brillante, galvanizado, estañado, esmaltado,
recubierto de plástico.
Acero
fino inoxidable: acero al cromo, acero
al cromo-níquel, acero al cromo-níquel-molibdeno,
acero refractario.
Metales
no ferrosos: aluminio, níquel,
metal MONEL, bronce fosforoso, latón,
cobre.
Materiales
especiales: titanio, Hastelloy y plata,
entre muchos otros.
Materias
plásticas: polietileno, poliéster,
poliamida, polipropileno
Aceros no aleados
Aleación de hierro con bajo contenido
en carbono y escasa resistencia a la corrosión
en condiciones ambientales "normales".
Por ello, HAVER & BOECKER ofrece telas
metálicas de aceros no aleados en las
variedades galvanizada, estañada o
esmaltada.
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HAVER
NIASTAHL
HAVER NIASTAHL es un acero al carbono
que ofrece unas condiciones óptimas
para el tamizado, gracias a su gran
resistencia y dureza, acompañadas
de la suficiente ductilidad
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Aceros
"inoxidables" martensíticos
y endurecidos por precipitación
Los materiales recogidos en la tabla poseen
una microestructura ferrítica y son
magnéticos. Por medio del tratamiento
térmico correspondiente, es posible
endurecerlos dotándolos de una mayor
resistencia al desgaste y a la deformación,
adecuada para su aplicación.
El contenido en cromo de la
aleación le confiere una buena resistencia
a la corrosión en condiciones ambientales
"normales".
Aceros
austeníticos "inoxidables"
Los alambres de aceros "inoxidables"
poseen el ámbito de aplicación
más amplio y constituyen el grueso
de nuestra producción.
Estos materiales poseen una
excelente resistencia a la corrosión
en relación a las condiciones atmosféricas.
Los aceros austeníticos "inoxidables"
no son resistentes a la oxidación a
altas temperaturas (formación de cascarilla).
En aplicaciones que superen la gama de colores
de revenido, por lo general hasta 450°C,
deberían utilizarse los aceros resistentes
al calor.
Si fueran necesarias propiedades
de corrosión comparables combinadas
con una mayor resistencia, recomendamos tela
metálica del material 1.4310. Si el
material utilizado se somete a temperaturas
elevadas, p. ej., durante la soldadura, recomendamos
emplear aceros austeníticos con bajo
contenido en carbono, o bien el material 1.4571
estabilizado con titanio, los cuales acreditan
la suficiente resistencia a la corrosión
intercristalina. El grupo de materiales 1.44..
contiene el elemento de aleación molibdeno
y posee una mayor resistencia a la corrosión
frente a sustancias con contenido en cloro
que el grupo de materiales 1.43
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Aceros
"inoxidables" austenoferríticos
Los denominados aceros dúplex,
con una excelente resistencia a la
corrosión frente al agua de
mar. El elemento de aleación
molibdeno les confiere una buena resistencia
a la corrosión por picadura.
Su
elevada resistencia a la tracción
en comparación con las aleaciones
austeníticas los hace idóneos
para ámbitos de aplicación
en las industrias química y petroquímica.
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Aceros
resistentes al calor y aleaciones conductoras
de calor
Estos aceros poseen una resistencia a temperaturas
de hasta 1.300 °C en contacto con el aire
y acreditan una excelente resistencia contra
la formación de cascarilla. Son ideales
para aplicaciones en contacto con el aire,
gracias a la formación de una capa
de óxido de aluminio en la superficie
del alambre.
No es recomendable la utilización
de aceros ferríticos en medios agresivos
o que contengan azufre. En estos casos, debería
recurrirse a los aceros austeníticos
resistentes al calor, los cuales poseen una
mejor resistencia a la corrosión a
altas temperaturas.
Cobre
y aleaciones a base de cobre
El cobre se caracteriza por una buena conductividad
eléctrica y térmica. El cobre
es extremadamente resistente tanto en la atmósfera
como en el agua de mar. Su resistencia a la
corrosión ante cianuros, halogenuros
y amoníaco es limitada.
Las aleaciones de cobre-estaño
(bronce fosforoso) se caracterizan por una
elevada resistencia al desgaste y buenas propiedades
de resistencia para la marcha en seco. Esta
propiedad demuestra sus ventajas en cojinetes
de fricción. Las aleaciones de cobre-zinc
(latón) son idóneas para fines
de tamizado y filtrado. Es preciso evitar
que el material entre en contacto con amoníaco
(NH3), dado que la corrosión en fisuras
puede destruirlo.
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Control
de calidad durante el proceso
de tejido de tela metálica
fina |
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Aleaciones
de níquel y a base de níquel
El níquel posee una excelente
resistencia a un gran número
de medios corrosivos como, por ejemplo,
halogenuros, álcalis cáusticos
y numerosos compuestos orgánicos. |
Las propiedades magnéticas,
la conductividad eléctrica y la conductividad
térmica son buenas. Las telas metálicas
realizadas en una aleación a base de
níquel son productos fabricados específicamente
para la aplicación.
Mediante elementos de aleación
especiales se combinan una elevada resistencia
a la corrosión contra ácidos
o lejías con una gran resistencia a
la temperatura. Alloy 59 brinda un amplio
espectro de aplicación en medios alcalinos
y ácidos.
Titanio
y aleaciones a base de aluminio
El aluminio es un material muy blando y ligero,
con una buena resistencia a la corrosión.
Al igual que en el caso de
los materiales austeníticos, la resistencia
a la corrosión se logra mediante la
formación de una capa de pasivación
que se forma en contacto con el aire. Los
materiales AlMg3 y AlMg5 aleados con magnesio
poseen una resistencia a la tracción
sensiblemente superior a la del aluminio puro.
La mosquitera ALUMINOY® de Haver está
realizada en los materiales AlMg5 (núcleo)
y aluminio puro (revestimiento).
El titanio es un material
con una excelente resistencia a la corrosión
frente a un gran número de medios agresivos.
Ámbitos de aplicación
en la ingeniería aeroespacial y en
la técnica médica. La excelente
proporción entre resistencia a la tracción
y densidad es equiparable a la de los materiales
austeníticos.
Plásticos
Las telas de alambre se fabrican también
a partir de monofilamentos sintéticos
redondos, p. ej., polietileno, poliéster
o poliamida. Los plásticos absorben
la humedad y son muy sensibles a las temperaturas
elevadas. Debería limitarse su uso
a aplicaciones hasta aprox. 60 °C o 80
°C.
En la filtración se
utilizan con frecuencia tamices de plástico,
pero su uso para el tamizado es infrecuente,
dado que en los tamices tensables no es posible
garantizar la exactitud de las mallas debido
al esfuerzo mecánico y a la vibración.